Según los resultados de la reunión concluida el miércoles, la Reserva Federal de EE. UU. decidió dejar la tasa de interés sin cambios en el rango del 4,25%–4,50%, como se esperaba. En el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) aún se espera una reducción de 0,50% en las tasas de interés antes de finales de 2025.
Jerome Powell, durante la conferencia de prensa del miércoles, declaró que la inflación sigue estando algo por encima del nivel objetivo y podría aumentar en el futuro, refiriéndose a la influencia de los aranceles del presidente de EE. UU., Donald Trump. Powell también respaldó la política actual, que los mantiene en una buena posición, y advirtió que la incertidumbre política persistente mantendrá a la Fed en un modo de mantenimiento de tasas, y cualquier cambio o reducción dependerá de mejoras adicionales en los datos de empleo e inflación.
El dólar estadounidense cayó inicialmente en respuesta a la decisión de la Fed, pero luego, tras recibir apoyo de los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, se recuperó y hoy continúa fortaleciéndose. El índice del dólar USDX desarrolló una dinámica alcista moderada, superando el nivel de 99.00 durante la sesión asiática del jueves.
Mientras tanto, en los mercados predominan los ánimos de "huida del riesgo" ante informes de que EE. UU. planea un posible ataque contra Irán. Esto se refleja, en particular, en la caída de los índices del mercado bursátil estadounidense.
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Al mismo tiempo, el llamado índice de sentimiento (índice del miedo y la avaricia) bajó — de 68 a 54 puntos. Este movimiento de la zona de "avaricia" a "neutral" indica que el interés activo en las compras ha disminuido, y la inclinación a vender se ha intensificado.
Así, el índice del mercado amplio S&P500, tras alcanzar la semana pasada un máximo local de 6070.00, vuelve a caer hoy, tras romper el nivel de soporte de 5988.00 (media móvil de 200 períodos en el gráfico de 1 hora), entrando en zona de mercado bajista a corto plazo. Si las preocupaciones geopolíticas continúan aumentando, no se puede descartar una caída adicional del S&P500, así como de otros índices bursátiles principales.
También es característico que en el mercado de criptomonedas predominen actualmente los ánimos moderadamente negativos, lo que se traduce en una caída moderada por ahora.
En la Fed ayer señalaron que los dirigentes, de ser necesario, tomarán medidas para ajustar los parámetros. El nivel de inflación sigue siendo elevado. Ahora, según las previsiones actualizadas, para finales de 2025 se espera que el IPC anual se sitúe en 3,0% (frente al 2,7% de las estimaciones de marzo), en 2026 — 2,4% frente a 2,2%, y en 2027 — 2,1% frente a 2,0%. Aunque las tasas de crecimiento del PIB también fueron revisadas (a la baja), los economistas consideran que la economía estadounidense podrá evitar una recesión y acelerarse en 2025 y en los próximos 2 años.
Si el mercado laboral y la economía mantienen su estabilidad, en la Fed preferirán, como Powell ha declarado en varias ocasiones, continuar combatiendo la inflación, que se resiste a disminuir.
Esto significa que los parámetros de la política monetaria pueden seguir siendo relativamente estrictos durante un período más prolongado. Esto es positivo para el dólar y no tanto para el mercado bursátil estadounidense y sus índices.
Ahora los inversores seguirán atentamente la publicación del índice básico de precios PCE de EE. UU. la próxima semana. El PCE básico anual es el principal indicador de inflación que utiliza la Fed como referencia. El nivel de inflación (además de los datos del mercado laboral y del PIB) es importante para la Fed al definir los parámetros de su política monetaria.
Datos del PCE por encima de las previsiones y/o de los valores anteriores pueden impulsar al alza al dólar estadounidense, lo que, a su vez, ejercerá presión sobre los índices bursátiles, incluido el índice S&P500 (ver más sobre la dinámica en S&P500 (SPX): escenarios de dinámica para el 19.06.2025).
Conclusión. El mercado bursátil estadounidense se encuentra entre las expectativas positivas por la reforma fiscal y los temores relacionados con la geopolítica, los riesgos de que EE. UU. se vea envuelto en una guerra en Medio Oriente, el aumento del déficit y la presión arancelaria. El principal motor de las próximas sesiones serán los nuevos datos macroeconómicos, incluidos los datos sobre la dinámica de la actividad empresarial (la publicación de los índices PMI preliminares estadounidenses de S&P Global está prevista para el lunes) y el índice PCE (su publicación está prevista para el próximo viernes).
